MARZO . MES DE LA MUJER.
La construcción del género en la literatura infantil y juvenil. Graciela Perriconi. Ed. Lugar. bs. As. 2015. Colección Relecturas.
Sobre el género: acercamientos que han gestado la perspectiva actual.
Ser hombre o ser mujer, quedar asignados o asignadas a un género o al otro, no son fenómenos naturales. Resultan del proceso psicológico, social y cultural en que se asume de manera suficiente el desiderátum (aspiración, deseo o anhelo) de lo que en cada época la sociedad define como contenido de los géneros. Cada cultura define lo mínimos aceptables para el reconocimiento suficiente de los sujetos, hombre o mujer. Es en esos intersticios de tolerancia donde se producen los cambios históricos y donde se constituyen los espacios para inventar y poner en acción alternativas inéditas.
Aspectos generales en relación con el género en la literatura infantil y juvenil.Una estudiosa y autora española que ha iluminado el tema de la LIJ y los géneros es Teresa Colomer, quien en su artículo “A favor de las niñas, el sexismo en la literatura infantil”, basado en una investigación sobre 150 publicaciones, reconoce que no se han producido cambios importantes en lo que respecta a géneros en los últimos 30 años, que están reflejados en las publicaciones.A su vez estas muestran transgresiones de lo aceptado por el imaginario social pero esto no ha marcado un antes y un después ya que todo sexismo es visto por los lectores como algo extraño, anormal o raro. Colomer enumera tres dificultades.
1. no desnaturalizar la realidad: si la literatura ficcionaliza la vida, debe hacerla con verosimilitud; cualquier intento de provocar de manera voluntaria un cambio puede tornarse paradójico.
2. la tradición configuradora de cada género no es imparcial, y el lector asocia temas y géneros con lo femenino o lo masculino.
3. consumo de la LIJ, vivida por los varones como cosa más de niñas. Pocos varones leen libros si el protagonismo es femenino y no se funda en la acción, que es lo que ellos demandan ¿Por qué razón se configuran un personaje infantil y una historia a través de un género? ¿Niñez, masculinidad y protagonismo van de la mano?. Si tenemos en cuenta que los roles se aprenden desde la infancia, es en cada relato como se van pasando estas ideas en el inconsciente. Desde una perspectiva de género, los mensajes de ese discurso tradicional se instalan en la narrativa infantil a través de las relaciones familiares, costumbres y modos de conducta que se integran en el tejido textual. Por lo tanto si a través de la lectura se producen identificaciones, estos modelos implican en las niñas un proceso de aprendizaje signado en general por la postergación y la conformidad con mandatos que perpetúan mecanismos de depreciación:
a) la mujer se desplaza por el texto sin relevancia como sufriente, sola y abandonada. (cuentos de Andersen).
b) las brujas o hechiceras o madrastras que siembran terror o inseguridad.
c) la pobre criada que espera ser resarcida de su pobreza de forma mágica y de la mano de un varón gracias al cual se transforma en una princesa (cenicienta).
d) la niña indefensa y dependiente, raramente protagonista.Así el género puede entenderse como un complejo entramado de significaciones culturales, donde todavía sobreviven desventajas competitivas y se articula una perspectiva asimétrica y desigual.
Biografía:
Berocay, Roy (1999). Pateando lunas. Buenos Aires. Alfaguara.Cabezas, Esteban (2009). María la dura en: no quiero ser Ninja. Santiago de Chile. SM. Cabezas, Esteban (2011). María la dura en: un problema peludo. Santiago de Chile. SM.
Carrera de Sosa, Lydia (2011). Si alguien te espera. Buenos Aires. MacMillan. Colasanti, Marina (1996). Lejos como mi querer. Bogotá. Norma. Colomer, Teresa(1984). “A favor de las niñas, el sexismo en la literatura”. CLIJ, Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil, N° 57, p. 7-24.Machado, Ana María (1999). Eso no me lo quita nadie. Bogotá. Norma. Helguera, Magdalena (2003). Los primos en la Tapera del Muerto. Montevideo. Alfaguara.Reyes, Yolanda (2000). Los años terribles. (homosexualidad). Bogotá. Norma.
Epílogo:Animarse en esta literatura que leen los chicos y los adolescentes a poner en el centro todos los temas que atraviesan la vida (abuso, soledad, exclusión social, nuevas familias y sus diferencias, la droga, la muerte, etc.) es un logro. No me estoy apartando del objetivo que dio origen a este ensayo pues el género lo atraviesa todo.La literatura provoca identificaciones y rechazos, configura un mundo donde coexisten valores, sin dejarse tentar por representaciones hegemónicas de un género u otro.Por esto es bueno que los mediadores adultos seamos lectores de la diversidad, que ofrezcamos un material amplio de selección en un espacio común donde habitemos todas y todos sin censuras para que los chicos y jóvenes puedan decidir que lecturas elegir y con que libros identificarse, donde habiten todos los rostros de mujeres diversas, distintas y posibles, con sus historias pequeñas, grandes, sencillas, breves… ninguna escrita en borrador.
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