Sala de lectura

Poemas Andantes. Proyecto de lectura y escritura.

Desde la Dirección General de Educación Superior a través de su Área Desarrollo Profesional Docente, surge Poemas Andantes, como un modo de poner a circular la palabra poética en el aula, en el año 2020 en plena pandemia. Se convocó a docentes a elegir y grabar la lectura de un poema para niños/as destinado a los estudiantes de los profesorados de educación Inicial y Primaria. El objetivo fue difundir textos, autores de literatura y la experiencia de la lectura en voz alta de poesía.

En la presentación  estuvieron presentes la directora de DGES, Liliana Abrate, supervisores, directivos, docentes y estudiantes de los equipos autorales del libro, acompañados por las integrantes del Área de Desarrollo Profesional Docente que promovió la iniciativa: María Gabriela Gay, Alejandra Fenoglio, Lourdes Mariela Pérez y Jimena Castillo.

Para acceder al libro digital Poemas Andantes hacer click aquí:

http://revibes.edu.ar/wp/wp-content/uploads/2022/08/DGES-Poemas-Andantes-2022.pdf

Para acceder al libro digital Poemas Andantes hacer click aquí:

https://issuu.com/direcciongeneraleducacionsuperior/docs/dges_-_poemas_andantes_2022

                          MARZO. MES DE LA MUJER.

Para Cortar de María Elena Walsh

 
Para cortar el llanto
invocar lo reseco
agujeros de Marte
o lenguas de burócratas.
Armar una pira
de cactos muertos
rociarlos con arena
y cartas obvias
que se desmenuzan.
Recortar huesos
en la resolana.
Fijarse en el cemento
evocar un desierto
encender todas las luces
pisar las hojas viejas
o tumbas de escribanos
y no mirar atrás
el reguero de sal
cristalizada, soledad,etc.
O arrancarse los ojos.

 

 

*Cristina Peri Rossi* . escritora uruguaya . Ganadora 2021 del Premio Cervantes.

Yo tenía cinco años. La maestra escribió en la pizarra: “Todos los hombres son mortales”. Sentí un enorme alivio, un gran regocijo.
Esa tarde, y cuando salí del colegio, corrí a mi casa y  abracé muy estrechamente a mi madre.
“¡Qué suerte Mamita, tu no te vas a morir nunca!” le dije, arrebatadamente.
“¿Qué?” preguntó mi madre, sorprendida.
Me separé apenas de ella y le expliqué:
-La maestra escribió en la pizarra que los hombres son mortales.
¡Y tú eres mujer!. Por suerte, eres mujer, dije y volví a abrazarla.
Mi madre me separó tiernamente de sus brazos.
-Esa frase, querida mía, incluye a hombres y mujeres.  Todos y todas moriremos algún día.
Me sentí completamente consternada y desilusionada.
-Entonces, ¿por qué no escribió eso?: “Todos los hombres y mujeres son mortales”? pregunté.
Bueno- dijo mi madre, en realidad, para simplificar, las mujeres estamos encerradas en la palabra “hombres”.
-¿Encerradas?- pregunté. ¿Por qué?
-Porque somos mujeres- me contestó mi madre.
La respuesta me desconcertó.
¿Y por qué nos encierran? le pregunté.
Es muy largo de explicar, respondió mi madre. Pero acéptalo así. Hay cosas que no son fáciles de cambiar.
-Pero si digo “todas las mujeres son mortales”?¿también encierra a los hombres?
-No- contestó mi madre. Esa frase se refiere sólo a las mujeres.
Me entró una crisis de llanto.
Comprendí  súbitamente muchas cosas y algunas muy desagradables, como que el lenguaje no era la realidad, sino una manera de encerrar a las cosas y a las personas, según su género, aunque apenas sabía qué era género: además de servir para hacer faldas, el género era una forma de prisión.

MUJERES DE LOS SIGLOS ME HABITAN. Gioconda Belli

Isadora bailando con la túnica

Virginia Woolf, su cuarto propio

Safo lanzándose desde la roca

Medea Fedra Jane Eyre

y mis amigas

espantando lo viejo del tiempo

escribiéndose a sí mismas

sacudiendo las sombras para alumbrar perfiles

y dejarse ver por fin

desnudadas de toda convención.

Mujeres danzan a la luz de mi lámpara

se suben a las mesas dicen discursos incendiarios

me sitian con los sufrimientos

las marcas del cuerpo, el alumbramiento de los hijos

el silencio de las olorosas cocinas, los efímeros tensos dormitorios

mujeres enormes monumentos me circundan

dicen sus poemas cantan bailan recuperan la voz

dice: No pude estudiar latín no pude escribir como Shakespeare

Nadie se apiadó de mi gusto por la música

George Sand: Tuve que disfrazarme de hombre, escribí oculta en el

nombre masculino

Y más allá Jane Austen acomodando las palabras de “Orgullo y Perjuicio”

en un cuaderno en la sala común de la parroquia

interrumpida innumerablemente por los visitantes.

Mujeres de los siglos adustas envejecidas tiernas

con los ojos brillantes descienden a mi entorno

ellas perecederas inmortales

parecieran gozar detrás de las pestañas

viendo mi cuarto propio”(…)

Susana Thénon | Por qué grita esa mujer…

¿por qué grita esa mujer?

¿por qué grita?

¿por qué grita esa mujer?

andá a saber

esa mujer ¿por qué grita?

andá a saber

mirá que flores bonitas

¿por qué grita?

jacintos margaritas

¿por qué?

¿por qué qué?

¿por qué grita esa mujer?

¿y esa mujer?

¿y esa mujer?

vaya a saber

estará loca esa mujer

mirá mirá los espejitos

¿será por su corcel?

andá a saber

¿y dónde oíste

la palabra corcel?

es un secreto esa mujer

¿por qué grita?

mirá las margaritas

la mujer

espejitos

pajaritas

que no cantan

¿por qué grita?

que no vuelan

¿por qué grita?

que no estorban

la mujer

y esa mujer

¿y estaba loca mujer?

Ya no grita

(¿te acordás de esa mujer?)

Susana Thénon (Bs. As.1937-1990)La morada imposible. Corregidor. Buenos Aires. 2001.